Ideas que me surgieron frente a una fotografía de un hombre sentado con un libro sobre las piernas cruzadas.
¿Quién es ese hombre? El que está sentado
con gran señorío sobre pana roja.
¿Quién es ese hombre? Recuesta su brazo
sobre los brazales tallados del mueble,
el sofá de estilo donde el torso yergue
con gran apostura y noble abandono.
Tiene entre sus manos un libro que espera
pierda su mirada entre las historias
que con negra tinta el texto le cuenta
mientras que sus ojos guardan lejanías
de otras historias de su amado pueblo,
preñando la albura de los borradores
donde hilvana sueños que en pasados días
viviera su infancia de niño asombrado,
corriendo girones, callecitas tibias
del sol de la siesta o confiando al río
los secretos tiernos de dulces amores.
¿Quién es ese hombre? De traje grisáseo,
la camisa blanca y corbata a rayas;
que cruza las piernas con suma elegancia
y que deja abierto como en un descuido,
de su traje, el saco, mientras la fragancia
de alguna colonia invade la estancia.
¿Quién es ese hombre? De rostro sereno,
frente despejada y de espesas cejas.
¿Quién es ese hombre? Que sonríe apenas,
que abandona el alma que anima su imagen
en paciente espera. ¿Qué piensa?
¿Cuáles fantasías cruzan su cabeza?
¿Pensará en amores perdidos de tiempo?
¿Cruzarán las sombras de ocultos espejos?
¿Reirán recuerdos de felices horas
o alguna tristeza vencida por vieja?
Quisiera sentarme confiada a su lado,
en su hombro fuerte posar mi cabeza
y dejar que un canto bañado de luna
despierte los soles que mi amor espera.
¿Quién es ese hombre?¿Qué sueña?
¿Qué ilusión ardiente se enciende en su pecho?
No puedo saberlo… mas todo daría
por ser la mujer que viva a su vera
poblando sus horas con estas caricias
que corren mi sangre buscando su aliento,
que bullen mi boca mordiendo sus besos.
Haydée Norma Podestá
Rosario, 12/11/12
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